VESTIGIOS DE LOS MITOS

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Los vestigios de la mitología germánica y escandinava son ricos, pero fragmentarios y dispersos.

La mayor parte de la literatura se creó en monasterios cristianos. Los relatos en prosa conocidos como sagas islandesas fueron compuestos mucho después de la conversión al cristianismo, pero contienen recuerdos de antiguas creencias y costumbres. Se han conservado algunos poemas precristianos, y Snorri Sturluson escribió en el siglo XIII un libro en islandés, la Edda en prosa, en la que recogió todo cuanto pudo sobre los antiguos mitos. También contamos con valiosos testimonios sobre la mitología escritos en latín por historiadores, como el anglosajón Beda (siglo VIII) y el danosajón Gramático (finales del XII).

Los testimonios literarios tienen un paralelismo en los de los objetos antiguos. Entre los enterramientos precristianos se cuentan los de barcos de Sutton Hoo y Oseberg: se enterraba o incineraba a hombres y mujeres en barcos, y entre los tesoros hallados en los enterramientos destacan amuletos y objetos rituales de metal, figuritas, láminas de yelmos y empuñaduras de espadas.

Algunos altares y piedras votivas de regiones ocupadas por los romanos muestran deidades nativas y romanas, y en las estelas conmemorativas de la época vikinga, sobre todo las de la isla de Gotlandia, en el Báltico, y las de la isla de Man, encontramos escenas mitológicas.

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