LA OBTENCIÓN DEL AGUAMIEL MÁGICA

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Odín llevó el aguamiel de la inspiración a los dioses. Cuando los Aesir y los Vanir, las dos razas de dioses, hicieron las paces, todos escupieron en una vasija y así crearon a un gigante sabio, Kvasir, quien más adelante murió a manos de dos enanos, que mezclaron su sangre con miel para elaborar el aguamiel mágica de la inspiración y llenaron tres enormes vasijas con ella.

Pero Suttung, un gigante a cuyos padres habían matado los enanos, se llevó el aguamiel para vengarse y la escondió en el interior de una montaña. Odín decidió recuperarla y entregársela a los dioses. En primer lugar hizo que nueve hombres que trabajaban para Baugi, hermano de Suttung, se peleasen y matasen entre sí y ocupó su lugar, pidiendo en pago únicamente un trago de aguamiel. Suttung se negó, pero Baugi ayudó a Odín a introducirse en la montaña en forma de serpiente y el dios durmió allí tres noches con la hija del gigante, a quien convenció de que le diese tres vasos de aguamiel.

Bebió el contenido de los tres, regresó a Asgard volando en forma de águila y escupió el líquido en unas vasijas preparadas por los dioses, escena probablemente representada en la piedra de Gotland, y el aguamiel quedó así en poder de los dioses.

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