TOR Y LA PESCA DE LA SERPIENTE DEL MUNDO

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Uno de los mitos más populares de la época vikinga, trata sobre la visita de Tor al gigante marino Hymir. El encuentro se describe en algunos de los poemas más antiguos que se conservan y aparece en tres piedras talladas de la época. Existe una piedra del siglo VIII hallada en Gotlandia que probablemente representa a Tor con cabeza de buey, remando en la barca de un gigante.

Según cierto relato, Tor fue al mar disfrazado de joven y le preguntó al gigante si podía acompañarlo a pescar. Al principio, Hymir no parecía muy dispuesto a llevarle y le dijo que debía buscar su propio cebo; entonces, Tor se acercó al rebaño de bueyes del gigante, mató al más grande y se llevó su cabeza.

Partieron en una barca y Tor remó con enorme fuerza hasta que se encontraron fuera de la zona en la que solía pescar el gigante. El dios puso como cebo la cabeza del buey y la lanzó por la borda. La cogió la Serpiente del Mundo, que estaba en las profundidades del mar, y Tor tiró hasta que la cabeza del monstruo apareció sobre las olas.

La fuerza de Tor fue aumentando a medida que tiraba, y llegó a apoyar los pies en el lecho marino. La serpiente escupió veneno, Tor la miró y alzó su martillo, pero el gigante, presa del pánico, cortó el sedal.

Según la Edda en prosa de Snorri, los narradores no coinciden en que Tor golpeara a la serpiente, pero se creía que el monstruo escapó y regresó al mar, mientras que Tor arrojó al gigante por la borda y nadó hasta la orilla.

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