Culto a los muertos en ritos ugaríticos

Los textos ugaríticos también hablan de los muertos como repaim.

Cuando los habitantes de Ugarit iban a la tumba del ancestro oraban por él, lo alimentaban y le llevaban una ofrenda (flores).

Los profetas despreciaron esta costumbre, la vieron como una falta de confianza en Yahveh, quien es Dios de vivos y no de muertos, y porque el pueblo de Israel se apartaba del mandamiento de honrar a sus ancestros vivos.

«Cada uno de vosotros ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardaréis mis

días de reposo; yo soy el Señor vuestro Dios» (Lev 19,3).

«Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor tu Dios te ha mandado, para que

tus días sean prolongados y te vaya bien en la tierra que el Señor tu Dios te da» (Dt 5,16).

«Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que

el Señor tu Dios te da» (Ex 20,12).

Un aspecto interesante de este culto a los muertos en Ugarit, lo constituye la «comida festiva» que los adoradores compartían con el deudo. Esta comida era llamada marzeach. Sin embargo, en la Biblia, este término tiene el significado de llanto o luto, en Jer 16,5, y de banquete, incluso se traduce como orgía, en Am 6,7. En el Tárgum arameo, la palabra marzeachah, significa, en unos casos, luto y, en otros, banquete.