Injusto

Caminando, Nasrudín llegó por primera vez a la ciudad de Konia. Se sorprendió al encontrar tantas pastelerías. Su apetito se vio estimulado; entró en uno de esos negocios y empezó a devorar un pastel.

El dueño, seguro de que nada conseguiría de esa andrajosa aparición, se acercó prestamente y lo abofeteó.

—¿Qué clase de población es ésta? —preguntó el Mulá—. Un lugar donde golpean a un hombre en cuanto comienza a comer.