EL NACIMIENTO DE LA MITOLOGÍA ROMANA

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La extensión de los dominios de Roma es una clave para entender su mitología.

El estado romano era sencillamente demasiado amplio y mutable para que bastara una sola serie de tradiciones mitológicas y religiosas. Al ir ampliando sus territorios, Roma fue haciendo suyos los mitos de los pueblos conquistados. El resultado es ecléctico: la mitología romana es una extraña mezcolanza de mitos griegos, egipcios, celtas y de muchas otras procedencias. Todos ellos, una vez asimilados, se convirtieron en mitos romanos.

Por ejemplo, a fines del siglo II a.C, fue introducida en Italia la diosa egipcia Isis. Diosa madre, relacionada con la fertilidad, Isis se hizo pronto popular y se asoció en ocasiones con la Fortuna romana, espíritu de la fertilidad, la agricultura y el amor, hasta convertirse en Isis-Fortuna. Otra deidad egipcia, el dios Amón de cuernos de. carnero, se convirtió en Ammón en la mitología griega y en Roma fue incorporado al culto imperial. Se trataba de un protector de los ejércitos romanos, cuya imagen aparece en petos y medallones.

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