TRANSGRESORES

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Violadores del orden natural

Numerosos mitos griegos tratan sobre los transgresores y sus castigos y quizá contribuyeran a mantener el orden establecido, sobre todo en la familia, pues muchos de ellos hablan de la violación de las barreras de la propiedad sexual. Casi todos están protagonizados por seres humanos, ya que, por lo general, dioses y diosas podían obrar el mal con impunidad, mientras que los desmanes de los mortales recibían severo castigo, paradoja de la que tenían plena conciencia los antiguos griegos. A continuación citamos algunos de los transgresores más destacados:

Atreo y Tiestes, hijos de Pélope, hijo a su vez de Tántalo. Cuando Atreo impidió que su hermano se apoderase del trono de Argos, Tiestes sedujo a Aérope, esposa de aquél. En venganza, Atreo invitó a Tiestes a una fiesta y le sirvió a sus propios hijos. Los hijos de Atreo eran Agamenón y Menelao, que se casaron con Clitemnestra y Helena, quizá las adúlteras más famosas. Egisto, un hijo de Tiestes que sobrevivió, fue amante y cómplice de Clitemnestra en el asesinato de su primo Agamenón, esposo de ésta.

Las Danaides, las cincuenta hijas de Dánae, descendiente de Zeus e lo. Se casaron contra su voluntad con los cincuenta hijos de su tío Egipto, y la noche de bodas, cuarenta y nueve de ellas mataron a sus esposos. (La otra, Hipermestra, amaba a su marido, Linceo, y de su unión nacieron Perseo y Dánae.) Las cuarenta y nueve asesinas recibieron el castigo de llenar eternamente una jarra de agua con un cedazo en los infiernos.

Tereo, rey de Tracia. Ayudó a Pandión, rey de Atenas, tomó a la hija de éste, Procne, como esposa, y tuvo un hijo con ella, Itis. Filomela, la otra hija de Pandión, fue a ver a su hermana y Tereo la violó y le cortó la lengua para que no pudiera delatarlo, pero Filomela tejió un tapiz que representaba sus sufrimientos y se lo enseñó a Procne. En venganza, las dos hermanas mataron a Itis, lo cocinaron y se lo sirvieron a su padre, quien al descubrir los hechos se lanzó en su persecución. Como habían cometido un asesinato, se transformaron en aves: Procne en golondrina y Filomela en ruiseñor.

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