LA MUJER DESDEÑADA

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Estenaboya deseaba al joven y apuesto Belerofonte. Cuando éste rechazó sus propuestas, ella mintió a su marido, rey de Argos, afirmando que aquél había intentado violarla. El rey tramó matar a Belerofonte, pero el plan no resultó. Hipólito fue menos afortunado. Era objeto de deseo por parte de su madrastra Fedra, una pasión que a él le parecía repulsiva.

Desdeñada y humillada, Fedra se suicidó, dejando una nota a su marido Teseo, en que acusaba a Hipólito de haber intentado violarla. Teseo pidió a Poseidón que destruyese a su propio hijo, e Hipólito cayó de su carro y murió. Estos mitos son en cierta medida acordes con el relato bíblico de José y la esposa de Putifar.

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