GAWAIN Y EL CABALLERO VERDE

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En la corte de Arturo la fiesta de nochevieja fue interrumpida en una ocasión por la irrupción de un caballero verde que llevaba una hacha en la mano. Con ella, retó a los presentes a cortarle la cabeza. La apuesta era que tenían que someterse al mismo trato la Nochevieja del año siguiente.

Gawain, sobrino de Arturo, aceptó el reto y cortó la cabeza del extranjero de un solo tajo. Creyendo que la partida había terminado, todos quedaron asombrados al ver que el cuerpo verde recogía la cabeza y se iba del lugar. En su camino la cabeza llamó a Gawain y le dijo que al cabo de doce meses se presentase en la Capilla Verde.

A Gawain le costó diez meses encontrar la Capilla Verde. Por Nochebuena llegó a un castillo situado a poca distancia del lugar al que se dirigía, y su señor, sir Bertilak, le invitó a pasar allí las Navidades. Bertilak le propuso descansar antes de la prueba y ser entretenido por su esposa. Bertilak pretendía pasar el tiempo cazando y decidió que cada noche él y Gawain se cambiarían lo que hubieran cobrado durante el día.

Bertilak desapareció con sus sabuesos durante tres días mientras su esposa visitaba la habitación de Gawain. Este no recibió de ella más que besos, que cambió cada noche a su anfitrión por la caza cobrada. Pero el tercer día Gawain recibió de la dama algo más, un cinto verde, que no mostró a Bertilak.

Llegado el momento, Bertilak proporcionó a Gawain un guía para que le condujese a la Capilla Verde. El guía intentó asustarle avisándole de los peligros del ocupante. Pero Gawain siguió su camino con valor. En la capilla le esperaba el Caballero Verde con el hacha preparada. Gawain se quitó el yelmo y se arrodilló ante él; el caballero le asestó al cuello tres hachazos fingidos. El tercero le rozó y su sangre brotó.

Gawain estaba perplejo, hasta que su torturador le explicó que era Bertilak transformado por la bruja Morgana a fin de poner a prueba el valor de los caballeros de Arturo. Los dos primeros hachazos que le lanzó correspondían a las dos ocasiones en que Gawain le había entregado fielmente lo logrado durante el día. El tercero, del que brotó sangre, era un reproche por no haberle entregado Gawain el cinto verde.

A partir de entonces Gawain llevó siempre el cinto verde para que le recordase su error.

En principio, Myrddin era un vidente o un loco visionario que vivía en el sur de Escocia, por entonces anglo-hablante. El relato Irlandés del Frenesí de Suibhne (Sweeney) y el escocés de Lailoken (Llallogan) son versiones de la leyenda de Myrddin, que se centra en el Hombre Salvaje de los Bosques.

En las tres narraciones, el protagonista pierde la razón a consecuencia de los horrores de la guerra y se siente culpable por las muertes que ha provocado. Los dos primeros, y también Myrddin en algunas versiones, tienen después una terrible visión en los cielos.

Este relato septentrional llegó a Gales poco tiempo después de que se trasladaran a la región los habitantes del sur de Escocia, en el siglo V, y se desarrolló en el IX y el X. Geoffrey lo vincula con Ambrosio, niño prodigioso y héroe de una leyenda sin ninguna otra conexión, de la que deja constancia Nennio en su historia de los britanos (h. 800). Geoffrey atribuye al niño, a quien llama Merlino Ambrosio, la derrota de los magos del rey Vortigern.

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