EL OTRO MUNDO CELTA

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Antes de hacerse cristianos los celtas carecían del concepto de un cielo o un infierno que premiara o castigara sus vidas terrenales. Creían que el renacimiento en la otra vida era automático. Esta creencia en la otra vida era tan firme que incluso pactaban el pago de las deudas cuando se encontraran en él. Esto explica también el modo heroico en que se lanzaban al combate, sin dar muestras de temor a la muerte.

El otro mundo del mito celta es un reino invisible de dioses, espíritus, hadas y gigantes que adoptan diversas formas. Unas veces es un paraíso que atrae a soñadores como Oisin, y otras un purgatorio. Cuando eran llevados al mundo inferior, los Tuatha De Danann vivían en cómodos sidhe, que eran en realidad cámaras de enterramiento prehistóricas. Mientras que los fomorianos, anteriores a ellos, estaban condenados a permanecer mojados bajo lagos y mares.

En el mito céltico, la división entre lo visible y lo invisible no está claramente definida. Los profetas viven en ambos mundos, mientras que los héroes, como Cuchulainn y Finn mac Cool, visitan con frecuencia el otro mundo. Pwll erraba cazando por el otro mundo cuando ofendió a Arawn, deidad invernal. Por su error se vio obligado a intercambiarse con él durante un año y a combatir en la batalla anual con Hafgan, espíritu del verano.

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