DECAPITACIÓN EN LA CULTURA CELTA

Página índice

Página anterior

Los celtas creían que el alma se hallaba en la cabeza. Por ello decapitaban a los vencidos a modo de acto triunfal y conservaban sus cabezas como trofeos o se las ofrecían a los dioses en sus templos.

La decapitación es un rasgo destacado de los mitos célticos, en los que es común que las cabezas sigan vivas una vez separadas de los cuerpos. En el Mabinogion, Bran el Bendito es decapitado, lo que trae buena suerte a sus compañeros. En la leyenda irlandesa de Lomna, bufón de Finn mac Cool, se le corta la cabeza, que es clavada en una estaca, pese a lo cual sigue hablando. La enorme cabeza de Conall Cernach, héroe del Ulster, utilizada como vasija para beber leche, podía reanimar a los hombres del Ulster debilitados.

Otro aspecto común de este culto mítico de la cabeza es el juego de la decapitación, que figura en el festín de Briccriu, perteneciente al ciclo del Ulster, y en la leyenda de Gawain y el Caballero Verde. En estas leyendas se da gran importancia al valor o la cobardía de los personajes, así como a su honor. Al poner sus cabezas en el tajo, Cuchulainn y Gawain están dispuestos a arriesgarlo todo para probar su valor y su integridad.

Página siguiente