Tártaro

Este término pertenece a la mitología griega

Región de los infiernos, opuesta al Hades, situada bajo la tierra

Servia de prisión de los dioses

Los Titanes estaban allí encerrados tras sus puertas de bronce

Posteriormente pasó a ser el infierno, donde los malhechores sufrían rigurosos castigos

Era tan profundo que, según Hesíodo, un aunque arrojado desde la Tierra tardaría nueve días y nueve noches en llegar hasta allí

Se entraba por un desfiladero tenebroso y solitario que conducía a la entrada del Orco, donde estaban el Desprecio, las Furias, la Discordia y otras deidades infernales

Se llegaba luego al Aquerón, en donde Caronte separaba a los seres que no habían recibido sepultura, que debían permanecer cien años antes de ser admitidos

El can Cerbero guardaba este camino

Allí estaban las almas de los niños, de los inocentes, de los suicidas y de los guerreros

El camino se bifurcaba y conducía a la derecha al palacio de Plutón y a la izquierda al Tártaro propiamente dicho, residencia de los criminales, rodeado de triple muro y cerrado por una puerta de diamantes

Detrás del palacio estaban los Campos Elíseos, lugar de las almas virtuosas que debían renacer

Se personificó al Tártaro, haciéndolo hijo del Eter y de la Tierra y padre de los gigantes y de Tifeo.