LA CREACIÓN

En los mitos chamanísticos sobre la creación aparecen gatos y perros. Hace mucho tiempo hubo una época en la que los mares del mundo eran sólo barro y las montañas poco más que montículos.

Después, Dios creó al primer hombre y la primera mujer con arcilla y les puso un perro y un gato por guardianes mientras él iba a coger las aguas de la vida eterna al manantial de la inmortalidad, pero en su ausencia el demonio distrajo a estos animales ofreciéndoles leche y carne y orinó sobre los seres recién creados.

Dios se enfadó al ver mancillado el bonito pelo de su obra y ordenó al gato que lo lamiera para quitarlo, todo menos el de la cabeza, el único que había quedado intacto.

Con su áspera lengua, el gato quitó todo el pelo sucio que pudo y dejó unas zonas pilosas en las axilas y junto a las ingles y después Dios le colocó al perro al que había arrancado el gato. A continuación roció a los seres que había creado con arcilla con las aguas sagradas del manantial eterno, pero debido al ultraje del demonio no pudo concedernos vida eterna.