Mary Cassatt

Nació:en Allegheny City, EE.UU., el22 de mayo de 1844. Falleció: en Château de Beaufresne, Francia, el14de junio de 1926.

Mary Cassatt fue una pintora norteamericana que se radicó en Paris, donde se vinculó a los impresionistas

Pertenece al grupo reducido de mujeres de su tiempo que logró desarrollarse profesional y artísticamente, manteniendo una paridad con sus colegas hombres. En gran parte, esto le resultó posible porque provenía de una familia de clase alta y disponía de medios para dedicarse a su oficio. Pintó siguiendo la estética de los impresionistas pero consolidando un estilo personal, ganándose el reconocimiento de sus contemporáneos. Gracias a su trabajo, el Impresionismo se introdujo con fuerza en los Estados Unidos.

A finales del siglo XIX, la concepción del mundo reinante tendía a separar lo público de lo privado en base a consideraciones de género que eran eminentemente arbitrarias. Mientras que los hombres tenían acceso a múltiples espacios abiertos a la vida social, las mujeres quedaban relegadas al ámbito de lo doméstico y aquellas que iban más allá de ese límite se alejaban del ideal de mujer respetable exponiéndose como mínimo a la desaprobación.

El caso de Mary Cassat, sin embargo, constituye una excepción a ese orden de cosas. Hija de un rico comerciante de Pensilvania, realizó estudios de pintura en su ciudad natal pues pertenecía a una clase social que toleraba en las mujeres las inclinaciones artísticas, aunque considerándolas sobre todo un ingrediente decorativo más que una verdadera vocación. Pero Mary se entregó con pasión a la pintura y puesto que disponía de medios decidió viajar a Europa para estudiar con maestros consagrados. Fue alumna de Jéan-Léon Géróme, de Thomas Couture y de Charles Bellay. Finalmente, se estableció en París durante algunos años.

Este periodo resultó clave para su trayectoria, pues fue entonces cuando tomó contacto con los impresionistas y se incorporó al grupo a través de Edgar Degas, que vio su trabajo y la invitó a participar en una exposición. La misma tuvo lugar en el llamado Salón de los Independientes. Mary había sido previamente rechazada en el Salón Oficial, lo que después de todo R jugó a su favor: las puertas que se le abrieron le permitieron trabajar con independencia, sin preocuparse por la eventual opinión de los críticos y rodeándose de quienes serían, además de sus colegas, sus verdaderos maestros.

Como era costumbre en el París de entonces, Mary organizaba veladas en su casa y atraía con ellas a los intelectuales y artistas más importantes de su tiempo. Una de sus visitantes más asiduas era la americana May Alcott (hermana de la escritora Louise Alcott) quien se había trasladado a esta ciudad con el propósito de hacer progresos en su pintura. Como ella, muchas mujeres jóvenes con aspiraciones artísticas se mudaban desde América al epicentro europeo, y Mary Cassatt las invitaba a su casa como forma de integrarlas y favorecer su inserción.

Con el tiempo y a fuerza de un trabajo constante, Mary Cassatt consagró su nombre y logró ocupar un lugar destacado en el medio parisino.

La mayoría de sus cuadros reflejan interiores: comedores, salones, dormitorios o baños. Eventualmente pintó algún palco de teatro o una escena de parque, pero en todos los casos se trata de escenarios habitados por personajes que pertenecían a la clase burguesa respetable. Esto de algún modo refleja la impronta de la sociedad de su tiempo, pues aunque la artista hizo de su vida cuanto quiso, los límites que como mujer no debía transgredir quedaron de manifiesto en su repertorio temático.

Admiración

Mary Cassatt mantuvo una amistad especial con Edgar Degas. Los artistas se admiraban mutuamente y compartían su pasión por la pintura. Cuenta la historia que cuando Degas vio el cuadro de Mary Chica arreglándose el pelo, lo elogió vivamente y logró que Mary se lo regalara. A modo de reconocimiento, lo tuvo colgado por años junto a un cuadro pintado por Edouard Manet en un lugar de preferencia de su salón.