Concha Piquer

Nació: en Valencia, España, el 8 de diciembre de 1906. Falleció: en Madrid, España, el 12 de diciembre de 1990.

Concha Piquer Concepción Piquer López fue cantante y actriz. Figura importantísima en el género popular de la copla, su formación provenía de la tradición lírica.

Junto con Miguel de Molina fue la máxima representante de la copla y bisagra entre ésta y la canción nacional. Le dio a la copla todas sus características: el erotismo, los amores condenados, la rebeldía, el machismo y el sufrir femenino. Era famosa antes de la Guerra Civil, pero una vez terminada ésta, fue el símbolo de la españolidad. Convivió con el torero Antonio Márquez, casado, y contrajeron matrimonio secreto en Uruguay. La madrina de su hija fue Eva Perón. Al ver que su voz fallaba, dejó de cantar.

Nacida de una familia muy humilde, con algunas simpatías republicanas, los niños que nacieron antes que ella habían muerto. Debutó en Valencia tempranamente, a los once años, en el teatro Sogueros. Estudió canto lírico con el maestro Laguna. Realizó numerosas actuaciones en los teatros Apolo y Kursaal, de su ciudad. A los dieciséis años fue descubierta por el maestro Penella que la escuchó cantar en el teatro de La Marina en el Grao. Le propuso ir con su compañía de zarzuelas a Nueva York para estrenar «El Gato Montés». Como era menor de edad, viajó acompañada por su madre. Pasó cinco años en Estados Unidos, hasta 1926, durante los cuales no sólo cantó en Broadway sino también en México, Panamá, Costa Rica y Cuba.

También hizo un cortometraje sonoro en 1923, uno de los primeros en su género ya que Lee De Forest se encontraba perfeccionando el sistema de sonido sincronizado Phonofilm. Se hizo expresión popular «el baúl de la Piquer» porque arrastraba baúles por donde iba con todo tipo de elementos, desde ropa de cama y manteles hasta aceite de oliva, además de vestimenta.

De vuelta en España, actuó en el teatro Romea, de Madrid. Atraídos por su éxito en América asistieron a la velada el presidente del Gobierno, el dictador Primo de Rivera, el Duque de Tetuán, Jacinto Benavente, entre muchas personalidades. A partir de ahí y de su indiscutible talento, le llovieron contratos por España y se le abrieron las puertas del cine. Filmó en París El negro que tenía el Olma blanca y La bodega, ambas de Benito Perojo; Yo canto para tí, de Fernando Roldán; los Dolores, de Florián Rey; Filigrana, de Luis Marquina; y Me casé con una estrella, del argentino Luis César Amadori, en 1951.

El amor de toda su vida fue el torero Antonio Márquez, padre de su hija Concha Márquez Piquer. Tuvo una gran amistad con el poeta y letrista Rafael de León. Junto con los Creadores Antonio Quintero, Manuel López- Ouiroga y Miquel dieron a luz una serie de Canciones que serían las más populares de España. «Tatuaje» y «Ojos verdes» son clásicos de gran belleza y popularidad. Otras canciones son «No te mires en el río», «Yo soy esa», «A la lima y al limón», «Antonio Vargas Heredia», «No me quieras tanto», «Cárcel de oro», entre otras.

De fuerte carácter, no admitió competencias tras ocupar el lugar dejado por el exilio de Miguel de Molina. Tampoco le gustaba que cantaran su repertorio. La dictadura franquista la usó como símbolo de hispanidad. Si bien no fue opositora al régimen, se dio el lujo de dejar a Franco de plantón. En una cacería Franco la hizo llamar para que cantara en privado luego de la merienda. La respuesta de Concha fue «Díganle a su Excelencia que, si él ya ha merendado, la Piquer va a hacerlo ahora mismo». Su marido Antonio murió en 1988 y ella lo hizo dos años después.

La última canción

En 1958 tuvo lugar la última actuación de Concha Piqué en el teatro Victoria de Isla Cristina, en Huelva. Durante la canción «Mañana Sale», compuesta por el trío Quintero / León / Quiroga, perdió la voz por unos momentos. Decidió retirarse y no volvió a actuar en público. Grabó discos hasta 1963 por un contrato con la discogràfica Columbia. Valencia bautizó una calle con su nombre e hizo de su casa un museo.