Charlotte Corday

Nació: en Saint -Saturnin, el Francia, 27 de julio de 1768. Falleció: en Paris, Francia, el 17 de julio de 1793.

Charlotte Corday fue una simpatizante de los girondinos durante la Revolución Francesa. Murió en la guillotina por asesinar a Jean-Paul Marat.

Apodada por Lamartine como «el ángel del asesinato», Charlotte Corday d''Armont era partidaria de los moderados, en plena exaltación revolucionaria. Planeó el asesinato de Marat, seguidor de los jacobinos que, para Corday, era responsable de hacer reinar el terror. Viajó a París y se las ingenió para acceder a la casa de Marat, arguyendo que tenía una lista de nombres de girondinos en la que podía estar interesado. Allí lo apuñaló mientras éste se daba un baño. Fue apresada y condenada a la guillotina.

La Revolución Francesa fue uno de los acontecimientos político- sociales más importante de la historia, y suscitó cambios en el mundo entero. Se desarrolló en una atmósfera turbulenta, en medio de la cual Charlotte Corday asesinó al periodista Jean-Paul Marat. Cuando el rey Luis XIV fue decapitado, Marat se convirtió en uno de los principales líderes. La facción de los jacobinos a la que pertenecía tenía el propósito de acabar con la nobleza. En oposición a estas ideas radicales los girondinos promovían el acuerdo entre monarcas y revolucionarios. Si bien Charlotte defendía los ideales de estos últimos no apoyaba a los extremistas como Marat.

Marie Anne Charlotte Corday d''Armont era su nombre completo, pertenecía a la aristocracia provinciana. Era hija de un gentilhombre que poseía una humilde fortuna, y su mamá era descendiente del famoso autor Pierre Corneille. Tras la muerte de esta última el señor Corday dejó a sus tres hijas mujeres en un monasterio, de modo que Charlotte se educó en una atmósfera conventual. Sin embargo, cuando tenía trece años los monasterios fueron suprimidos por decreto y entonces fue acogida por una tía en Caen.

Pronto Charlotte se sintió atraída por las nuevas ideas, pero en los términos en que los girondinos luchaban en la Convención. Por contraste, los jacobinos como Jean-Paul Marat, quien triunfaba ampliamente en París, para ella representaban la tiranía. Muchos girondinos proscritos se habían visto obligados a refugiarse, y organizaban asambleas a las que Charlotte Corday comenzó a asistir, codeándose con algunos intelectuales y revolucionarios de la época.

Por propia iniciativa, Charlotte Corday viajó a París llevando una nota de presentación. Una vez allí se dirigió a casa del diputado Lauze de Perret, y supo que Marat no asistía a la Convención. Entonces le envió dos cartas anunciando con premura que tenía que revelarle importantes secretos vinculados con la salud de la República. Y sin esperar respuesta v presentó en su casa.

Charlotte fingió darle una lista completa con nombres de girondinos que Marat apuntó jurando enviarlos a la guillotina. Estaba cómodamente extendido en su bañadera cuando Corday le asestó una serie de puñaladas. No huyó, y pronto fue detenida y transportada a la prisión para Indagación e interrogatorio.

Bajo su vestimenta se encontró una hoja de papel con un escrito dirigido a su pueblo: «¿Hasta cuándo, oh malditos franceses, os deleitaréis en los problemas y las divisiones? Ya bastante y durante mucho tiempo los facciosos y bribones han puesto su propia ambición en el lugar del interés general; ¿por qué, víctimas de su furor, se han destruido a ustedes mismos, para establecer el deseo de su tiranía sobre las ruinas de Francia?». Poco después Charlotte Corday recibió condena y murió guillotinada.

Referencias culturales

Alphonse de Lamartine escribió el libro «Histoire des Girondins» (1847) el cual se lo dedica a Charlotte Corday, en este libro le da el conocido sobrenombre de "l''ange de l''assassinat" (el ángel del asesinato).

La dramaturga Sarah Pogson Smith (1774-1870) también incorporó a Corday en su obra en verso The Female Enthusiast: A Tragedy in Five Acts. Un personaje menor en la serie Jeeves de P.G. Wodehouse lleva el nombre de Charlotte Corday.

EnMarat/Sade, de Peter Weiss, el asesinato de Jean-Paul Marat se presenta como una obra teatral, escrita por el Marqués de Sade, que sería representada por internos del asilo en Charento, para el público.

En la novela El Ocho de Katherine Neville, se narra, siempre en forma novelada, el episodio del asesinato de Marat en la bañera de su casa.