Ana Bolena

Nació:en Norkolkoen Kent, Inglaterra, probablemente en el año 1501. Falleció: en Londres el 19 de mayo de 1536.

Ana Bolena segunda esposa del rey Enrique VIII, fue reina durante mil dias entre 1533 y 1536, murió decapitada tras dudoso juicio. Madre de Isabel I.

Inteligente, hermosa y ambiciosa, Ana Bolena fue una de las reinas más recordadas de Inglaterra. Poseía un gran sentido de la política y durante mucho tiempo fue la mujer más poderosa de la corte inglesa. Con el apoyo del arzobispo de Canterbury, pudo casarse con Enrique VIII luego de la anulación del matrimonio que unía al rey con Catalina de Aragón. Favoreció a los reformadores religiosos, su iniciativa causó admiración en Martín Lutero y fue una heroína de los protestantes. Acusada falsamente de adulterio, incesto y traición, fue condenada a muerte.

Hija de sir Thomas Boleyn y de Elizabeth Howard, hija del segundo Duque de Norfolk, fue educada en la corte francesa donde fue dama de honor de la reina Claudia. Ya en aquel entonces se interesó por las corrientes políticas que proclamaban la reforma de la Iglesia Católica, impulsando incluso la traducción de la Biblia al idioma inglés. Regresó a Inglaterra en 1521 para desempeñar el rol social que se esperaba de una joven aristócrata. En una fastuosa reunión Enrique VIII, de quien su hermana María Bolena era amante, quedó prendado de la extraña belleza de Ana y comenzó a favorecer a su familia. La joven no aspiraba, sin embargo, a ser cortesana sino reina, con lo que no respondió a las demandas de Enrique hasta que las negociaciones para la anulación del matrimonio con Catalina de Aragón comenzaran (1527). Catalina había caído en desgracia por no haber dado a Inglaterra un heredero varón sino una niña, María Tudor.

Durante la década de 1530, Ana manejó los hilos de la corte nombrando personas de su confianza en puestos clave. Las demoras para que e! Vaticano decidiera por su futuro como reina reforzaron en ella las ¡deis reformistas inglesas que negaban la autoridad del Papa, cuyo poder debía caer en el Soberano. Aunque Enrique VIII era católico, asumió el rol de Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra y consiguió de esta forma anular su matrimonio. Fue Bolena quien designó al nuevo Arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer, y acercó a la corte a Thomas Cromwell -gran reformista y protector de humanistas como Erasmo de Rotterdam-, nombrado luego «více regente de asuntos espirituales». Ana se casó con el Rey en secreto en enero de 1533.

Cranmer pronto declaró que el matrimonio era legal y Ana fue coronada en Westminster.

La ahora reina logró desenvolverse en la escena política con habilidad pese a ser un Contexto dominado por hombres. En el plano internacional afianzó la alianza de Enrique con Francia y, aunque su origen era aristocrático, su marido la nombró por propio derecho Marqués de Pembroke (en masculino). Sin embargo, luego de casi siete años de relación y a los tres meses de contraer nupcias, la pasión de Enrique hizo blanco en una nueva amante. El entusiasmo por su esposa tampoco fue revivido por el nacimiento en septiembre de 1533 de una princesa -más tarde Isabel I-, y menos aún por el de un hijo nacido muerto.

Al parecer, una conspiración política sumada a los deseos de Enrique Bor casarse nuevamente, contribuyeron a su caída. Fue detenida en la Torre de Londres bajo las acusaciones de adulterio con cuatro hombres, Incesto con su hermano Lord George Rochford, y traición. Su tío, Thomas Floward, tercer Duque de Norfolk, presidió el juicio y la declaró culpable. Fue decapitada en la Green Tower el 19 de mayo. Once días después, Enrique se casó con su amante Jane Seymour.

La reina sin cabeza

La piedad de Enrique VIII sólo lo llevó a cambiar la muerte de Ana en la hoguera por la decapitación con una espada. El humor de la reina festejó la noticia proclamando que su fino cuello no daría problemas al verdugo, al que facilitó la tarea recogiendo su larga cabellera negra. Su muerte se anunció con un disparo de cañón. Durante siglos fue considerada y venerada como mártir del protestantismo inglés.