HO-TERI Y HO-ORI

Después de la rendición de Okuninushi, su clan fue suplantado por los descendientes de Amaterasu. El nieto de ésta, Ninigi-no-mikoto llegó a la tierra llevando los tres signos de soberanía: el espejo, las cuentas magatama y la espada Kusanagi. Tuvo dos hijos: Ho-teri (Brillo de fuego) y Ho-ori (Sombra de fuego).

Ho-teri, el mayor, pescaba con anzuelo, mientras que Ho-ori era cazador. Ho-ori no se sentía a gusto y propuso intercambiar sus ocupaciones. Así lo hicieron, pero Ho-ori no salió adelante e incluso perdió el anzuelo de pesca. Cuando tuvo que devolverlo ofreció diversos sustitutos, pero Ho-teri sólo quería el original. Avergonzado, Ho-ori se adentró en el mar, llegando incluso hasta el palacio del dios marino Watatsumi-no-kami. Éste recuperó el anzuelo y también le dio a su hija en matrimonio. Tras varios años, Ho-ori quiso volver a su hogar.

Watatsumi-no-kami le dio dos joyas, una para que subiera el nivel del mar y otra para que bajara. Cuando Ho-ori regresó a su casa, devolvió el anzuelo a Ho-teri, pero como éste seguía quejándose, su hermano lanzó una joya al mar y provocó una inundación. Aterrorizado, Ho-teri pidió perdón a Ho-ori, de manera que éste lanzó la otra joya al mar y éste descendió. Como signo de gratitud, Ho-teri juró que siempre estaría al servicio de su hermano menor. El nieto de Ho-ori fue Jimmu, el legendario primer emperador de Japón.