MARFIL Y ESTEATITA LABRADOS POR LOS INUIT

Según la mitología de los inuit canadienses, todo el universo dormía hasta que la actividad creadora humana lo trajo a la existencia. Esta noción de los hombres que despiertan la naturaleza se refleja en los animales labrados, como focas, ballenas, morsas, caribúes y osos polares.

Se cuenta que las imágenes de los animales están escondidas en la esteatita y el marfil, esperando que el cuchillo las libere. Afirman los escultores inuit que ellos no crean al animal, sino que se limitan a ayudarlo a salir.

Los animales labrados se utilizan con fines ornamentales, religiosos o rituales y, como se supone que estas imágenes contienen la propia esencia del animal, el cazador puede influir en el espíritu de los que desea cazar.