EL SEÑOR DE LOS ANIMALES

Los pueblos árticos creían que un gran espíritu protegía a los animales, encarnaba su esencia y controlaba su adecuado tratamiento ritual por los humanos. Este señor, guardián o propietario de los animales se ocupaba también de evitar o facilitar su caza.

En las sociedades siberianas de pastores de renos, como los chukchi y los nenets, es el protector de los rebaños. Los naskapi de Labrador atribuían al guardián de los caribúes el aspecto de un hombre de barba blanca que podía también presentarse en forma de oso.

Entre los inuit la Mujer del Mar es propietaria de los mamíferos marinos. Un mito extendido por el litoral norte del Pacífico, en Siberia y Alaska, cuenta que el señor de las aguas es cazador de ballenas.