EL QIVITTOQ

Por toda Groenlandia se cuentan historias sobre el Qivittoq, un vagabundo misterioso y sobrenatural que fue en sus inicios una persona que se separó de su comunidad para morar solitaria en las montañas.

Tras vivir cierto tiempo a la intemperie, los sentidos del Qivittoq se agudizaron. Sus ojos, orejas y nariz crecieron para que pudiera ver, oír y oler a los animales, y sus dientes y uñas se hicieron largos y afilados. Su cuerpo se cubrió de una gruesa capa de piel y el pelo de su cabeza se hizo largo y espeso.

El Qivittoq adopta características animales y depende de sí mismo para su supervivencia. Durante el largo y oscuro invierno ártico el Qivittoq vuelve a su comunidad de origen para curiosear por las ventanas y robar carne y pescado.