EL OSO EN LA MITOLOGÍA ÁRTICA

El oso ocupa un lugar destacado en la mitología de prácticamente todos los pueblos árticos. El oso tiene aspecto humano: puede erguirse sobre las patas y despellejado parece un cadáver humano.

El oso es además el espíritu auxiliar más habitual de los chamanes. En los mitos inuit es recurrente el tema del oso polar que tiene relación sexual con una mujer, lo que simboliza la cercana e incluso ambivalente naturaleza de hombres y animales. De algunas personas se dice que descienden de tales uniones.

El oso es un gran cazador y está dotado de poderes especiales. También se sabe que los seres humanos son presa de los osos y se cuentan leyendas sobre la precaria situación del cazador de osos que es cazador y al mismo tiempo puede ser cazado. Aunque matar un oso da prestigio al cazador, también supone un peligro.

Para la tradición saami los cazadores que intervienen en la muerte de un oso son considerados impuros y han de someterse a purificación ritual durante un periodo de retiro.

El Festival del Oso, de Siberia, es una de las ceremonias relacionadas con los animales más complejas de todo el Ártico. Tras la caza de un oso se celebra una fiesta en que se trata al oso muerto como huésped de honor y la gente le pide perdón por haberlo herido.