EL ALMA DE LOS ANIMALES

Los inuit creen que el cazador no «coge» a los animales, sino que ellos se dejan matar.

Cuando el animal muere, el cazador ejecuta una breve ceremonia para asegurar que su alma regrese al mundo no terrenal y se reúna con la sociedad animal, dispuesto a volver como presa.

En gran parte de Alaska, los inuit celebran importantes fiestas destinadas a reconocer la aparición de los animales en la tierra e influir en ella.

La fiesta de la Vejiga, por ejemplo, es un acontecimiento invernal de cinco días de duración en cuyo punto culminante se meten las vejigas de los mamíferos marinos cazados durante el año en agujeros perforados en el hielo para devolver sus almas al mundo de los espíritus.