LOS HABLADORES CIFRADOS

En las guerras libradas a lo largo del siglo XX, los indios prestaron servicios prácticamente en todas las ramas de las fuerzas armadas de Estados Unidos, pese a la hostilidad previa con los militares. Los aborígenes consideraron estos servicios como un modo de mantener sus altivas tradiciones guerreras y, por regla general, colaboraron voluntariamente.

Entre las prestaciones realizadas figura la capacidad de comunicarse en lenguas que el enemigo desconocía. Durante la primera guerra mundial, los alemanes que habían intervenido las líneas aliadas no entendieron las palabras pronunciadas por los habladores cifrados choctaw. Durante la segunda guerra mundial, el Cuerpo de señales del ejército de EE UU utilizó efectivos de diferentes naciones indias. Lo más significativo consistió en que el Cuerpo de infantes de marina contó con 420 navajos para transmitir los mensajes más importantes entre las fuerzas aliadas en el Pacífico.

Los japoneses no consiguieron descifrar las comunicaciones. Los navajos reclutados acuñaron nuevos términos para referirse a conceptos militares desconocidos. Por ejemplo, llamaron «pez de hierro» al submarino.