LOS CACTOS: ALIMENTOS PARA EL CUERPO Y EL ALMA

Las numerosas especies de cactos que crecen en los desiertos constituyen un alimento tanto físico como espiritual. También son una útil fuente de agua en medio del desierto y el jugo, la pulpa o los frutos suelen utilizarse durante la celebración de ceremonias sagradas.

Bajo la resistente piel y las peligrosas espinas, la pulpa está húmeda gracias al agua que la planta acumula como preparativo para las grandes sequías que suele soportar. El jugo del cacto se exprime y se bebe fresco. Los tohonos O'odham hierven el zumo dulce del fruto del saguaro hasta obtener el jarabe que, a su vez, fermentan y convierten en aguardiente que utilizan en la ceremonia anual para convocar la lluvia.

El peyote es un cacto sin espinas que crece, principalmente, bajo tierra; por encima sólo sobresale un botón redondo que proporciona una droga alucinógena que se utiliza con fines rituales y de otro tipo. El peyote se come o se ingiere bebido y constituye el fundamento de los ritos de la Iglesia Americana Nativa.