EL SALTO DEL BISONTE

Los bisontes no tiene buena vista. En tanto animales de pastoreo de las llanuras, necesitaban ver poco más que las hierbas de las que se alimentaban. Su miopía representó una ventaja para los indios, sobre todo antes de que contaran con caballos. Los cazadores hacían que los bisontes se lanzaran en estampida hacia un acantilado o precipicio y los conducían en dirección a un barranco natural o creaban un canal artificial con rocas y maleza.

Cuando los animales veían el accidente geográfico ya era demasiado larde y decenas o quizá cientos dé ejemplares morían en un solo «salto».

Un lugar de Alberta denominado Head-Smashed-In (Cabeza aplastada) fue utilizado durante más de cinco milenios para cazarlos y alberga los huesos de centenares de miles de animales. La presencia de esqueletos plenamente articulados y de huesos a los que se les ha quitado la carne demuestra que, en ocasiones, murieron más de los necesarios como alimento, por la piel y otros productos.

Sin embargo, antes que fuese diezmada en el siglo XIX, la población de bisontes era tan numerosa que podía soportar una matanza desmesurada.