EL MITO LAKOTA SOBRE LA CREACIÓN

El mito lakota sobre la creación comienza con el ser supremo, Wakan Tanka (Gran Misterio), cuyo espíritu estaba en el primer dios, Inyan (Roca). Nada más existía, salvo Han (Negro de Oscuridad). Inyan deseaba mostrar sus poderes, pero como no había nada sobre lo que ejercerlos, creó con su sangre a la diosa Maka (Tierra) y las aguas azules, y de éstas surgió la gran bóveda de Skan (el Cielo), cuyo borde formó los límites de la tierra. Skan se sirvió de su energía para crear con Han la oscuridad terrestre y con Inyan a Maka, las aguas, y él mismo creó a Wi (el Sol), al que ordenó que brillara, con lo que el mundo se calentó. Se reunieron los cuatro dioses, Skan, Inyan, Maka y Wi, y Skan, el más poderoso, les dijo: «Aunque somos cuatro, tenemos un solo origen, Wakan Tanka, al que nadie, ni siquiera los propios dioses, pueden comprender. El es dios de dioses.»