EL CERRO DEL OSO (BEAR BUTTE)

Desde el cerro del Oso (Bear Butte), que se eleva a 1.350 metros sobre las llanuras de Dakota del Sur, se divisan al oeste las imponentes cumbres de las Paha Sapa (Montes Negros), mientras al este se extienden grandes praderas que llegan al horizonte. Es un lugar sagrado para muchos pueblos de las llanuras, entre ellos los sioux lakotas, que lo llaman Mato Paha («Monte del Oso»), y los cheyenes, que lo llaman Noavasse («Refugio Mágico»). Todos los años, numerosos lakotas y cheyenes acuden al cerro para pasar un período de oración y ayuno.

El cerro es causa de conflicto con las empresas que pretenden urbanizar la zona para fines turísticos y recreativos. Forma parte del Parque Estatal de Bear Butte, gestionado por el estado de Dakota del Sur. Los visitantes tienen prohibido el acceso a la cima durante las ceremonias indias más importantes, y tampoco pueden utilizar las zonas de ayuno y búsqueda de visiones, ni las pistas ceremoniales. Aun así, muchos indios se quejan de que las autoridades han profanado el cerro al construir aparcamientos y zonas de acampada a sus pies, y una pista de escalada turística en el cerro mismo. También algunas zonas sagradas han sido invadidas, a pesar de las prohibiciones.

Los dirigentes espirituales lakotas y cheyenes denunciaron al estado ante un tribunal federal, acogiéndose a la Ley de Libertad Religiosa de los Indios Americanos de 1978. El tribunal decidió que los intereses de los indios pesaban menos que la obligación del estado de facilitar el acceso público a un lugar de importancia geológica e histórica y garantizar la seguridad y el bienestar de los visitantes. En 1983, el Tribunal de Apelación confirmó el fallo, y el Tribunal Supremo se negó a ver el caso. A pesar de ello, lakotas y cheyenes no cejan en su empeño de proteger éste y otros lugares sagrados.

El nombre del cerro del Oso se debe a los lakotas, que afirman que se formó a consecuencia de una pelea entre un oso gigante y un monstruo llamado Unkchegila. El cerro señala el sitio donde el oso cayó herido de muerte. Para los lakotas, la cima del cerro, que es el punto más elevado en un radio de muchos kilómetros, es un lugar ideal para la Hanbleceya o búsqueda solitaria de visiones. Aquí fue donde, en 1876, el famoso jefe lakota Caballo Loco tuvo la visión de un oso que le dotaba de poderes sobrenaturales. Poco después, Caballo Loco codirigió las fuerzas indias que aniquilaron a las tropas de Custer en Little Bighorn.

Según la tradición cheyene, el héroe mitológico Mutsoyef (Dulce Medicina) convocó en el cerro un consejo al que asistieron sabios de todos los pueblos del mundo. Maiyun, el Gran Espíritu, entregó a Mutsoyef cuatro flechas sagradas que le conferían un gran poder sobre los bisontes y las personas.