EL CAMINO ROJO

En la visión de Alce Negro, un personaje llamado el Abuelo habla del concepto del Camino Rojo: «El Camino Rojo va desde donde vive el gigante (el norte) hasta donde tú siempre miras (el sur). Es el camino del Bien, y por él debe andar tu nación. Es un camino que conecta el pasado y el futuro, un camino sagrado, un camino que todos pueden recorrer.»

El Camino Rojo se puede interpretar como el «estilo indio», una manera de afrontar los problemas modernos del indio apoyándose en los valores tradicionales nativos, como la valentía, la espiritualidad y el respeto a la familia. El Camino Rojo ayuda a reafirmar la identidad india dentro de la sociedad dominante. Por encima de todo, es la manera que tienen los norteamericanos nativos de controlar su propio destino.

Muchos indios aplican el enfoque del Camino Rojo a los problemas sociales modernos, como el alcoholismo y la adicción a drogas, que en algunas reservas afectan a un gran número de familias. El alcoholismo, por ejemplo, es una de las principales causas de violencia doméstica y del aumento de la tasa de suicidios entre los jóvenes nativos. Para afrontar estos problemas se han organizado varios programas Camino Rojo. En la zona oriental de Dakota del Sur, el Programa de Gene Alce Delgado prepara monitores para la rehabilitación de alcohólicos y drogadictos mediante retiros, enseñanzas y ceremonias tradicionales. Los resultados han sido impresionantes: la iniciativa de Alce Delgado ha logrado más éxitos que Alcohólicos Anónimos en las comunidades que recurrieron a este programa.

También se ha aplicado el enfoque Camino Rojo al problema del desempleo indio, que en algunas comunidades supera el 85%. La situación sigue siendo grave, pero los proyectos locales de desarrollo económico basados en los valores tradicionales del compromiso y la generosidad están dando buenos resultados. En los años ochenta, la Jefa Suprema de la nación cherokí, Wilma P. Mankiller, y su esposo, Charlie Soap, establecieron un sistema de créditos y asesoramiento para pequeñas empresas, con el fin de ayudar a las diversas empresas y cooperativas de las zonas con elevado paro y bajos salarios.

También el gobierno tribal se ha visto afectado por el resurgimiento de los valores nativos. La Ley de Reorganización India de 1934 impuso a las tribus normas euroamericanas de gobierno representativo, principalmente en forma de consejos tribales elegidos. Pero la democracia representativa violaba numerosas tradiciones de gobierno asambleario, en el que las decisiones tribales importantes se consultaban directamente a todos los miembros de la tribu. En la actualidad, aunque todas las tribus deben mantener sus consejos tribales para tratar con la Oficina de Asuntos Indios y otras agencias federales o estatales, algunas naciones indias han procurado recuperar formas más tradicionales de gobierno tribal, que funcionan paralelas al sistema oficial. Por ejemplo, la tribu de los ihanktonwan (sioux yankton) ha restaurado un sistema consensual en el que los 7.000 miembros censados de la tribu pueden intervenir directamente ante el consejo tribal para influir en la redacción de leyes y normativas, desde la adjudicación de las ganancias de los casinos y los programas de estudios de la nueva universidad de la comunidad, hasta las medidas dirigidas a la conservación de la cultura tradicional.

El Camino Rojo puede facilitar también las a menudo conflictivas relaciones entre nativos y no nativos. No todos los indios aprueban la idea de revelar a los extraños las tradiciones y prácticas sagradas; pero algunos, como el lakota Wallace Alce Negro (un hombre sagrado que, aunque no tiene parentesco de sangre con el famoso Alce Negro, se considera su pariente espiritual), se esfuerzan por difundir el Camino Rojo entre los blancos. En Dakota del Sur y Minesota, donde las relaciones entre indios y blancos han sido tirantes con frecuencia, se ha adoptado el Camino Rojo como base de los programas de reconciliación interétnica.

El éxito de las iniciativas del Camino Rojo demuestra que los métodos tradicionales indios siguen siendo dinámicos y se pueden aplicar a problemas actuales. Para muchos indios, el Camino Rojo es la clave de la supervivencia del modo de vida nativo en el siglo XXI.