CUERVO COMO PORTADOR DE LA LUZ

Los héroes timadores resultaron valiosos para la humanidad siempre que dirigieron sus travesuras hacia otros seres sobrenaturales. Según un relato tsimshian, Txamsem (Cuervo) tiende una trampa a jefe del cielo para arrebatarle su posesión más querida, la luna, a fin de que los pobladores del mundo, que hasta entonces han vivido en una especie de crepúsculo eterno, consigan la luz (ya que consideran la luna como fuente de toda la luz). De acuerdo con una de las versiones, Cuervo se convirtió en una aguja de pino junto a la charca en la que bebía la hija del jefe del cielo.

Esta la tragó, quedó embarazada y parió a Cuervo con forma de niño. Cuervo se unió a la familia del jefe del cielo y convenció a este último para que le permitiese jugar con una pelota hecha con una vejiga, recipiente donde guardaban la luna. Cierto día la familia se olvidó de vigilar al niño, que hizo rebotar la pelota hasta atravesar la puerta. Una vez fuera vistió sus viejas ropas de Cuervo y, vejiga en mano, regresó volando al mundo de los humanos.Más adelante Cuervo pidió a un grupo de seres espectrales que le entregasen parte de los peces que acababan de capturar. Como se negaron, Cuervo se enfureció y reventó la vejiga porque sabía hasta qué punto los seres espectrales odiaban la luz. La vejiga se partió, la luna escapó y la luz inundó el firmamento, lo que supuso el primer amanecer.