LOS HÉROES GEMELOS Y EL JUEGO DE PELOTA

La narración mítica de los héroes gemelos se ha conservado en el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas quiché.

Como los gemelos Hunahpu y Xbalanque molestaban continuamente a los señores de los infiernos jugando a la pelota, los invitaron a jugar contra los dioses en su reino infernal. Atravesaron sanos y salvos la Casa de los Cuchillos valiéndose de la magia y encendieron hogueras para superar la Casa del Frío.

En la Casa de los Jaguares domaron a los felinos dándoles huesos en lugar de sus propios cuerpos y también sobrevivieron a la Casa del Fuego. En la Casa de los Murciélagos, uno de ellos decapitó a Hunahpu. Xbalanque hechizó a los animales y convenció a una tortuga de que se hiciera pasar por la cabeza de su hermano. Después, ambos fingieron jugar con los dioses, con la cabeza de Hunahpu suspendida sobre la cancha.

Los dioses lanzaron la pelota contra la cabeza, pero al rebotar, un conejo escapó de su madriguera, lo que distrajo a los dioses y permitió a Xbalanque cambiar la cabeza auténtica por la de la tortuga. Por último, los gemelos engañaron a los dioses. Demostraron su habilidad para cortarse en pedazos y separarse. Los dioses les pidieron que ejecutaran el truco con ellos y los hermanos los desmembraron, pero los dejaron como estaban, obteniendo así la victoria definitiva, y renacieron como el sol y la luna. Este mito refleja la creencia de que, cuando un rey maya moría, debía prepararse para burlar a los dioses y renacer como cuerpo celeste.

Los «Gemelos de la Cinta» podrían ser manifestaciones anteriores a los héroes gemelos. A menudo son representados disparando cerbatanas.