LA CIUDAD DE LOS DIOSES

Teotihuacán («ciudad de los dioses»), en las montañas de México, era probablemente la mayor ciudad del Nuevo Mundo antes de la llegada de los conquistadores españoles. Floreció desde los inicios de la era cristiana hasta su destrucción, h. 650, y después los aztecas siguieron empleándola como lugar sagrado.

Vasto complejo presidido por las pirámides del Sol y la Luna y la Avenida de los Muertos, es en la actualidad uno de los mejores yacimientos arqueológicos de la región. Se creía que los dioses se habían reunido allí para crear el mundo por quinta vez. Se conserva bien el templo de Quetzalcóatl, con tallas de cabezas de serpientes emplumadas que se alternan con las del dios de la lluvia, Tlaloc.