En Mesoamérica, los dioses jaguar de los olmecas fueron las primeras deidades. Sus asociaciones con la realeza y la fertilidad influyeron en muchas civilizaciones posteriores.
Entre los mayas, el Creador supremo era Itzamna, señor de todos los dioses y de la escritura. Relacionado con él estaba el dios Sol, con orejas de jaguar, Kinicli Ahau, que de noche viajaba por el mundo inferior de oeste a este.
Entre los aztecas, la deidad más importante era Tezcatlipoca, "Señor del espejo humeante", el jefe omnipotente de la realeza y de los hechiceros. Huitzilopochtli, el "Colibrí del sur", era únicamente azteca, el dios tribal de la guerra al que se ofrecían sacrificios humanos.