DIOSES DE LA NATURALEZA

La religión mesoamericana estaba dominada por los dioses de la lluvia, el agua y la fertilidad, cuyo culto, se presume, solía estar centrado en los sacrificios de corazón y sangre humanos. Chac era el dios maya de la lluvia y los rayos, identificado por sus bigotes y escamas de siluro y su nariz ganchuda.

La deidad mexica Tlaloc vertió las lluvias de cuatro grandes jarras, una para cada dirección sagrada. Las lágrimas de los niños mexica a él sacrificados fueron un augurio de la inminente llegada de las lluvias.

La consorte de Tlaloc, Chalhiutlicue, "La de la falda de jade", un nombre que alude a un cuerpo brillante de agua, provocaba huracanes y tornados. También ella se asociaba con la fertilidad a través de la "rotura de las aguas" que precede el parto.