SIGNIFICADO Y MEMORIA EN LA MITOLOGÍA AMAZÓNICA

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Las mitologías del amazonas explican el mundo a una escala sobrenatural, pero usando ideas de la vida cotidiana. En el mito barasana de Romi Kumu, el universo es visto como una gran casa, cuyas partes constituyentes se transforman en animales. Incluso la tierra se concibe como una gran plancha de cerámica usada para cocer el material de la vida: el pan de mandioca.

Estas ideas están muy extendidas. Las particiones del espacio vital en casas comunales reflejan las divisiones mitológicas, con zonas dedicadas a la cocción de la mandioca, la preparación de la carne, la ingesta de alucinógenos y para el aislamiento ritual de las mujeres con la regla.

Entre los yekuana, las casas redondas están consideradas como un microcosmos, unidas a las montañas, que son las casas de los espíritus. Los paisajes simbólicos se convierten en casas simbólicas y llegan a rastrearse a través del grupo familiar hasta llegar a la vida uterina.

Allí donde el orden y la estructura son de primera importancia, la división entre día y noche representa un comportamiento social y antisocial. El cuento barasana del Sol y la Luna es un alegato mítico contra los hombres que tienen relaciones sexuales con mujeres menstruantes, las mujeres que simbólica y físicamente están retiradas durante un tiempo de la vida cotidiana. De forma similar, las ideas de canibalismo se relacionan con el incesto y la necesidad de buscar pareja en grupos extranjeros.

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