TURE TRAE EL FUEGO A LOS HOMBRES

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La lucha terrena entre el orden y el caos, entre la unión y la separación se manifiesta sobre todo en el burlón divino, símbolo de este periodo.

Ture, un engañador divino (zande: República Democrática del Congo, Sudán) fue a visitar a sus tíos que estaba forjando hierro.

Accionó los fuelles en su lugar y luego cogió algo de fuego, pues en esa época la gente carecía de él. Siguió soplando el fuego y regresó al día siguiente con una tira de ropas de corteza enrollada en su cuerpo. Sopló de nuevo hasta que la corteza se puso incandescente y los herreros sofocaron el fuego.

Volvió a suceder de nuevo, y otra vez sus tíos intentaron apagarlo de inmediato, sin conseguirlo del todo. Por último, el burlón huyó con el fuego y se fue a la hierba seca. El fuego se extendió por todas partes, y fue así como los seres humanos tuvieron el fuego.

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