Los colores rojo, blanco y negro poseen un profundo significado para muchos pueblos africanos, como representaciones del universo, por ejemplo.
El rojo se asocia con la monarquía, el blanco con el poder espiritual y el clero y el negro con la gente corriente; por otra, el rojo está vinculado con la sangre de la primera menstruación, el blanco con el semen y el negro con el vello púbico.
Se regalan estos aventadores a las jóvenes casaderas tras la iniciación ritual.
Al igual que en otras regiones, el león simboliza en África la autoridad regia.
El león aparece en numerosos mitos como rey de los animales, si bien lo vencen con frecuencia otros más pequeños y astutos, como la liebre.