EGIPTO REVELADO POR HERÓDOTO

Egipto, como decía el historiador griego Heródoto al visitar el país en 450 a. C, fue "un obsequio del Nilo". Ello ocurría debido a la inundación anual, la subida de las aguas del Nilo en julio, que extendían el fértil lodo por las tierras y daban vida al país, que sin el Nilo y sus inundaciones no podría haber existido. Fue esta regularidad, pese a temporadas de escaso caudal -de hambrunas- o de exceso de caudal -de desastres, si los dioses estaban enojados o enfurecidos-, lo que dio estabilidad a las antiguas ideas egipcias sobre la vida y la muerte. El concepto de Maat, diosa que encarnaba la estabilidad y la ley, gobernaba, por tanto, todas las facetas de la vida y la religión egipcias.

Los egipcios consideraban la existencia de una vida de ultratumba, Jerneter o los Campos de Iahru (los Campos Elíseos en la mitología griega), pero no la localizaban arriba en el cielo sino en el oeste, en la región del sol poniente. Una de las advocaciones de Osiris, dios de la muerte, era la de "Primer Señor de los Occidentales". Para poder acceder a dicho ámbito ultra terreno, tenían que darse dos condiciones: la preservación del cuerpo -lo que dio pie a la momificación- y haber sido juzgado como una persona justa {Maat beru, "de voz veraz") por los 42 dioses en la Sala del Juicio, cada uno de los cuales planteaba al difunto una pregunta cuya respuesta verdadera tenía que ser "no". Este rito se conocía como la Confesión Negativa.

Entre los vendajes de la momia se incluía un escarabajo de dura piedra verde, que llevaba inscrito el capítulo 30 A o B del Libro de los Muertos, "De cómo mi corazón no dirá falsedades contra mí en la Sala del Juicio". En algunos de los mitos, aparecen otros dioses y diosas, pero carecen de un trasfondo mítico individual.

Desde los tiempos clásicos de Grecia y Roma, la religión del antiguo Egipto ha sido fuente de asombro e incredulidad, incluso hoy en día. Aunque el mundo clásico contaba con un amplio panteón de dioses, con Zeus (Júpiter en el mundo romano) a la cabeza, así como el antiguo Egipto (con Amón-Ra al frente de los dioses), fue el carácter con forma de animal de los dioses egipcios lo que causaba inquietud.

Heródoto también expuso que en Egipto los animales "se tienen que considerar sagrados sin excepción", pero no abordaba los principios religiosos que ello implicaba.

La mitología egipcia tiene, de hecho, un enfoque eminentemente hermético; no hay muchos mitos en comparación con los del antiguo Oriente Próximo y los de posteriores civilizaciones mediterráneas. Esencialmente, los mitos egipcios se ocupan de la Creación, la Destrucción de la Humanidad, la historia de Isis y Osiris, las Contiendas entre Horus y Seth, y el viaje del dios solar Ra por el cielo diurno y después a través de las 12 terribles horas de tinieblas nocturnas para renacer al alba, ya a salvo, en el este.