ASTARTÉ Y TAUERET

Astarté

La otra esposa extranjera de Set, aparece en un mito en el que los dioses egipcios se hallan enfrentados con la deidad del mar. Ptah y la Eneada se vieron obligados a rendir tributo al mar.

Renenutet

Llevó oro, plata y lapislázuli a la orilla, pero el insaciable mar quería aún más y amenazó con esclavizar a los dioses de Egipto si no recibía más tesoros. Renenutet envió un pájaro a la casa de Astarté con el mensaje de que llevara su tributo al mar y la diosa se echó a llorar.

Llevó su parte del tributo a la orilla, pero al llegar a su destino se puso a cantar y a burlarse del mar, que exigió que le entregasen a la propia Astarté. La celia diosa se presentó ante la Eneada, que le dio varias joyas, entre ellas el collar de Nut y el sello de Geb.

Astarté fue a la orilla con las joyas, pero acompañada por un Set dispuesto a luchar contra el mar. No se conserva el final de la narración, pero lo más probable es que Ser venciera al mar con su fuerza y que salvase a Astarté.