MAHABHARATA: KRISHNA Y LA GRAN GUERRA

El mahabharata es la historia de la lucha por el trono de la India. Se centra en la rivalidad entre los cinco hijos del rey Pandu, denominados los Pandavas, y los 100 hijos de su hermano Dhritrashtra, llamados los Kauravas.

Pandu murió joven y su hermano Dhritrashtra fue nombrado regente. Los hijos huérfanos de Pandu fueron adoptados por Bhisma, abuelo de la dinastía real, que les adiestró como magníficos guerreros y hombres de estado para gobernar el reino del que eran herederos. Pero Dhritrashtra quería que fueran sus hijos quienes heredaran el reino, por lo que surgió una enemistad hereditaria entre los dos grupos de príncipes.

Los Kauravas se pusieron de acuerdo para quemar vivos a los Pandavas en una casa construida con tal objeto. Los Pandavas escaparon y el reino se sumergió en turbias y violentas luchas. En un enfrentamiento en el juego, los Pandavas fueron vencidos y obligados a exiliarse durante doce años. Estaban hambrientos de venganza.

Durante este periodo Krishna fue gran amigo de los Pandavas, y en especial de Arjuna. Utilizó su influencia para dar con una solución pacífica al enfrentamiento.

Pero cuando tras doce años de exilio volvieron los Pandavas para reclamar su reino, los Kauravas se negaron a darles tierra alguna. Todas las casas reales de la India se vieron implicadas en la guerra y volvieron a lanzar a luchar entre sí en mortal combate a hermanos, parientes y amigos.

Bhisma se puso de parte de los Kauravas, aunque quería a los Pandavas como si fueran sus hijos, y los ejércitos de Krishna combatían a favor de los kauravas. Krishna se negó a luchar en persona, pero como amigo personal de Arjuna, condujo su carro de guerra. Cuando la batalla estaba a punto de empezar, Arjuna perdió ánimos ante la perspectiva de matar a quienes quería. Se dirigió a Krishna pidiéndole ayuda y éste le entregó sus enseñanzas inmortales, el Bhagavad Gita, en que revelaba su propia identidad divina.

La batalla duró 1 8 días. Murieron millones, incluidos Bhisma y los 100 hijos de Dhritrashtra. Los hermanos Pandava fueron prácticamente los únicos que sobrevivieron; desilusionados, vivieron para gobernar su reino, pues habían perdido a todos sus amigos.

Al final de su vida se dirigieron al Himalaya a fin de prepararse para la muerte. En el paraíso se reunieron con sus primos, su enemistad se disipó y todo el drama resultó ser el juego ilusorio del mundo material, en que nada es lo que parece.