LUGARES SAGRADOS

Himalaya («morada de nieve»). En el Himalaya se encuentra la residencia predilecta de Siva, el monte Kailasa, el mítico monte Meru (ombligo del mundo y sede de los cielos de Brahma e Indra) y el monte Mandara, que sirvió de paleta para batir el océano. Personificada, la gran cordillera es esposo de Mena y padre de Parvati, consorte de Siva, «hija de la montaña». Según otro mito, las montañas eran elefantes voladores hasta que Indra los castigó por su tozudez y les cortó las alas.

Ganga (Ganges). La más sagrada de las tres grandes diosas de ríos del hinduismo (los otros son el Yamuna y el Sarasvati y los tres se unen en Prayaga, actual Allahabad, según la tradición. En otros casos, se citan siete ríos sagrados). Bajada del cielo por Bhagiratha, la caída de Ganga quedó amortiguada por los rizos acolchados de Siva, que estaba meditando en el monte Kailasa. Como llegó hasta los infiernos, se dice que riega los tres mundos. Ganga también alimentó al embrión que al nacer adoptó la forma de Skanda o Karttikeya, de seis cabezas. Mathura. Ciudad gobernada por Kamsa, enemigó de Krisna, rodeada por Brindaban, donde Krisna realizó sus hazañas juveniles. Ayodhya. Capital del reino heredado por Rama de su padre, Dasharatha, y, por tanto, ciudad en la que se manifestaba su gobierno ideal. Varanasi (Benarés). También llamada Kashi («ciudad de la luz»), es la ciudad de Siva, en la que éste reside en persona, y se cree que sobrevive a la disolución periódica del universo. Los hindúes creyentes piensan que vivir allí garantiza la liberación y lo consideran el mejor lugar para ser incinerado.