LOS UPANISHADS

Los Upanishads son una colección de textos que fueron compuestos principalmente entre los siglos VII y V a. C. Forman la última parte de los Vedas, los textos sagrados de los arios, y se les llama los Vedanta ("Conclusión de los Veda"). Son de todos modos muy diferentes de contenido y tono de los primeros Vedas. En los Upanishads, los cuestionamientos filosóficos y místicos sustituyen a los primeros temas védicos sobre sacrificios rituales. Los 108 textos de los Upanishads son muy importantes en el hinduismo y han suscitado muchos comentarios.

Hacia el 500 a. C., tanto la religión como la sociedad estaban cambiando rápidamente. El continuo crecimiento de las ciudades, con el consiguiente surgimiento de una fuerte clase comerciante, significó que los antiguos varnas (órdenes: sacerdote, guerrero, comerciante y siervo) no correspondían ya con la realidad. Sectas disidentes de ascetas, místicos y renunciantes repudiaban la autoridad de los brahmines y su bien establecido monopolio de la religión. En lugar de ello, seguían a maestros como Siddhartha Gautama, que se convirtió en el Buda, y Vardhamana, que se convirtió en Mahavira (jainismo). Esto condujo a una transformación en la vida religiosa hindú.

Más que cualquier otro texto, los Upanishads encarnan esta transformación. Más que invocar a dioses externos, los Upanishads buscan a un dios interno, de modo que el énfasis se traslada desde los ritualizados actos del sacrificio a la búsqueda de la fuerza sagrada (brahmán) que vive en todas las cosas. Al igual que los sabios arios creían que el sacrificio encarnaba y reflejaba lo divino, del mismo modo que la nueva filosofía que estaba surgiendo veía el reflejo del brahmán en el arman, o alma. La unión con lo divino ya no se conseguía por medio del ritual externo, sino por una transformación interior.

Los adornos externos del culto divino, que fueron tan importantes en religiones védicas posteriores y podían llevar consigo el sacrificio de animales, no sólo se evitaba, sino que se rechazaba de forma vehemente. Mucho antes del 700 a. C., los sabios indios cantaban neti neti (eso no, eso no), negando la realidad última de un mundo externo en el que veían poco más que ilusión, y buscando en su lugar la chispa eterna del brahmán en el alma que está dentro de todos los seres humanos. La principal preocupación de la mayor parte de los Upanishads es el deseo de liberación (moksha) de la transmigración, un concepto por entonces universalmente aceptado por los que estaban familiarizados con los textos sagrados. Esto se conseguía por medio de la meditación, el yoga y el ascetismo, uniendo el arman (alma) con el brahmán.